En una búsqueda por la morfología del paisaje, me encontre con retratos naturales frondosos de árboles que definen el paisaje habitado en dos semanas de residencia en Oaxaca, piezas que trabaje con una comunidad de mujeres artesanas que abrazan con sus historias y que si bien no son una expresión fidedigna de sus rostros, cada árbol lleva los sentires, los saberes y la fuerza de estas mujeres maestras del afelpado.

Las piezas de cada árbol fueron recolectadas visualmente en las caminatas hechas por el lugar, cada uno de ellos se destaca por su personalidad contundente, ilustrada en una representación plana a manera de mapa del lugar. El resultado es un plano de la morfología del paisaje referenciado por retratos del lugar, por ello la disposición de esta pieza es horizontal y sobre el piso.